Una de las preguntas más frecuentes que recibimos sobre el blanqueamiento dental es: «¿Duele?» Es una preocupación válida y es importante abordarla con honestidad. Si bien el blanqueamiento dental es un procedimiento generalmente bien tolerado, es común experimentar cierta sensibilidad dental temporal después del tratamiento.
La sensibilidad temporal: ¿Por qué ocurre?
La sensibilidad dental post-blanqueamiento es una reacción normal y, como su nombre lo indica, es temporal. No indica que tus dientes estén siendo dañados. Esto ocurre por varias razones:
Deshidratación del diente: Durante el proceso de blanqueamiento, los geles pueden causar una ligera deshidratación temporal del diente. Esta deshidratación puede hacer que los túbulos dentinarios, que son pequeños canales que conectan la superficie del diente con el nervio, se abran o se vuelvan más permeables.
Exposición de los túbulos: Cuando estos túbulos están más expuestos, los estímulos externos como el aire frío, las bebidas muy calientes o frías, o los alimentos dulces pueden llegar más fácilmente al nervio del diente, provocando una sensación punzante o incómoda.
Irritación pulpar leve: En algunos casos, la sustancia blanqueadora puede causar una irritación leve y transitoria de la pulpa dental (el nervio del diente), lo que se traduce en sensibilidad.
Es crucial entender que esta sensibilidad suele ser leve a moderada y desaparece en cuestión de horas o pocos días después del tratamiento. No es una señal de daño permanente al esmalte o a la estructura dental.
Cómo mantener los resultados del blanqueamiento dental
No te desanimes; puedes hacer mucho para prolongar ese brillo post-blanqueamiento:
Modera el consumo de agentes que manchan: Intenta reducir la frecuencia con la que consumes café, té, vino tinto y alimentos con colorantes fuertes. Si los consumes, cepíllate los dientes o al menos enjuágate la boca con agua inmediatamente después.
Usa una pajita: Al beber líquidos que manchan, usar una pajita puede ayudar a que el líquido tenga menos contacto con la parte frontal de tus dientes.
Abandona el tabaco: Si fumas o usas tabaco, dejarlo no solo mejorará la duración de tu blanqueamiento, sino que también beneficiará enormemente tu salud general.
Mantén una higiene bucal impecable: Cepíllate dos veces al día con una pasta dental blanqueadora suave (no abrasiva), usa hilo dental diariamente y considera un enjuague bucal antimanchas.
Programa retoques: Tu dentista puede recomendarte sesiones de blanqueamiento de retoque cada cierto tiempo (por ejemplo, una vez al año) para mantener el brillo. También existen geles de mantenimiento de baja concentración para uso domiciliario supervisado.
Conclusión:
En resumen, la sensibilidad es una parte esperable del blanqueamiento dental, pero es temporal y manejable. Con las técnicas adecuadas y el cuidado profesional en Glow Up, buscamos que tu experiencia de blanqueamiento sea lo más cómoda y efectiva posible, para que puedas disfrutar de tu nueva sonrisa sin preocupaciones.
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